Hoy no os traigo una receta, ni siquiera, lo que os voy a mostrar se come (bueno, en realidad se podría...) pero me hace mucha ilusión compartir un trabajito más en fondant, con todos vosotros.
Se trata de un "topper-dummie"; bueno, hablando en cristiano, una pequeña tarta falsa que servirá para poner como adorno sobre la tarta de cumpleaños del pequeño homenajeado...El encargo me lo hizo su mamá, compañera de trabajo de mi cuñá Elo; no se decir que no, lo confieso; y aun a sabiendas de que no estoy en mi mejor momento de "creatividad" y ganas de hacer cosas, dije que sí...
Debo confesar que me ha costado; me ha costado lo suyo hacer este personaje. Tuve que buscar imágenes y vídeos de estos dibujos para poder recopilar información ya que no tenía ni idea de cómo empezar...Cuando lo tuve delante del monitor, pensé que en menudo lío me había metido! me parecía muy complicado; mas que nada porque si no se consigue la expresión del personaje lo mas parecida al original; se corre el riesgo de que los niños no reconozcan su dibujo favorito. Además, se trata de un Dragón de trapo, ¡no queráis saber la de pequeños pespuntes que lleva el puñetero! y eso que no he sido capaz de ponérselos todos porque entre costuras y detallitos, el modelado tiene "tela" jajaja...
Utilicé pasta para modelar Ballina; para comer es riquísima porque sabe a piruleta, pero para modelar grandes piezas, me pareció bastante blanda para trabajar. Tuve que optar por utilizar piezas de porexpan como soporte (un huevo para el cuerpo y una esfera para la cabeza) ésto me facilitó bastante el trabajo, ya que aligeraba la pieza a la vez que le daba un "esqueleto" firme para que se sostuviera sin problemas.
La base también es de porexpan, forrada con fondant Sodifer y los detallitos también están hechos con la misma pasta para modelar que el Dragón.
Y bueno, aquí os dejo unas cuantas fotos del resultado; creo que al final, no quedó tan mal. Ahora sólo queda que el pequeño Martín, de el "visto bueno"...