Estos panecillos son ya un clásico en casa. Suelo hacerlos una vez por semana, a mi hija le gusta llevarse uno todos los días al instituto. Hago un par de bandejas y cuando están fríos, los corto por la mitad y los meto en una bolsa para congelarlos.
Como soy "culillo de mal asiento" me gusta hacer de vez en cuando algún cambio, en esta ocasión a la receta original, le he añadido masa madre de Ibán e hice un prefermento o masa de arranque el día anterior. La ventaja de esto es que se necesita mucha menos levadura e incluso ninguna. El resultado, muy bueno, blanditos, esponjosos y una miga llena de alvéolos y con un ligero aroma a aceite de oliva y cereales.
PANECILLOS CON MASA MADRE
La noche anterior hacemos una masa de arranque mezclando 250grs. de harina de fuerza, 250grs. de agua y 2grs. de levadura seca de panadería. Dejamos unas horas que empiece a fermentar y luego la ponemos en la nevera durante toda la noche.
Ingredientes:
-700grs. de harina de fuerza
-325grs. de agua mineral
- 50grs. de aceite de oliva
- 12grs. de sal
- 10grs. de azúcar moreno
- 3grs. de levadura seca de panadería
-150grs. de fermento de Ibán
-la masa de arranque a temperatura ambiente
Elaboración
Unas horas antes sacamos la masa de arranque para que se atempere.
Ponemos en la amasadora todos los ingredientes y amasamos durante unos 10 minutos aproximadamente. Vamos viendo si necesitara algo más de harina y una vez que vemos que la masa se despega de las paredes del bol, pasamos la masa a la encimera. Amasamos unos minutos más y hacemos la prueba de la membrana para saber si está en el punto óptimo de amasado (cogemos un poquito de masa entre los dedos y estiramos despacio hasta obtener una especie de membrana que transparente, si no se rompe, es que ya está lista para reposar)
Ponemos la masa en un bol aceitado y lo tapamos con film. Dejamos levar hasta que doble el volumen. Pasamos de nuevo a la encimera enharinada intentando manipular lo menos posible la masa. Hacemos porciones de 125grs. y las boleamos; las colocamos en las bandejas del horno y dejamos levar de nuevo hasta que veamos que han doblado de tamaño.
Metemos en el horno pre calentado a 220º, calor arriba y abajo con aire. A mi me tardaron unos 14 minutos, pero ya sabéis que eso depende de cada horno. Para comprobar si están cocidos, darles unos golpecitos en la base y si suena a hueco, es que están bien hechos. También podéis comprobarlo tomando la temperatura interior que ha de ser de unos 85º aproximadamente.